El día 29 de cada mes, se coloca un billete debajo del plato para atraer prosperidad y fortuna. ¿Conoces el origen de la tradición?
Un antigua leyenda italiana cuenta que San Pantaleón, un joven médico, viajaba por el norte de Italia practicando milagrosas curaciones. Una noche, hambriento y mal vestido, llega hasta la puerto de unos humildes campesinos pidiéndoles un poco de pan.
Conmovidos por el aspecto del joven, lo dejan entrar y comparten con él lo único que tenían para comer: siete ñoquis (gnocci en italiano) para repartir entre los tres. En forma de agradecimiento, Pantaleón les proclama un año entero de pesca y cosecha. Más tarde, la mujer al recoger la mesa, encuentra monedas de oro debajo de cada plato, dando así la bienvenida al año de prosperidad anunciado por el santo médico.
Como el evento ocurrió un día 29, la leyenda cuenta que ese día de cada mes, se dejan billetes o monedas debajo de cada plato para llamar la prosperidad. Además, se deben separar siete ñoquis y pedir un deseo a cada uno. El dinero debe guardarse hasta el próximo 29 para asegurar la abundancia.